Los planetas retrógrados suelen tener mala fama en la astrología y la verdad es que no entiendo por qué.
La retrogradación de un planeta no es una anomalía, un error o una situación excepcional: es parte del movimiento predecible, calculable y cíclico del planeta en cuestión.
Saturno está retrógrado unos 135 días al año. Es bastante. Por eso me resulta raro cuando leo publicaciones tremendistas sobre la retrogradación del planeta de los anillos.
No creo que se pare el mundo cuando este planeta está retrógrado ni tampoco creo que las personas que nacieron con este (u otro planeta retrógrado) hayan recibido una especie de castigo de por vida que les impida lograr lo que se proponen.
Así que preparate para aprender el verdadero significado de tener a Saturno retrógrado en la carta natal.
¿Qué significa que un planeta esté retrógrado?
Cuando decimos que un planeta está retrógrado, nos referimos al hecho de que parece que se estuviera moviendo hacia atrás desde nuestra perspectiva en la Tierra.
Es importante mencionar que la retrogradación no es un fenómeno físico, ya que los planetas se mueven alrededor del Sol y nunca lo hacen hacia atrás. La retrogradación se conecta con la perspectiva que tenemos desde la Tierra.
El tiempo en el cual un planeta está retrógrado depende de su distancia con la Tierra: cuanto más lejos esté de la Tierra, más tiempo estará retrógrado. Venus y Marte, que son los dos planetas más cercanos a la Tierra, son los que pasan la menor parte de su ciclo retrógrados, mientras que Plutón, el planeta más lejano, es el que retrograda durante la mayor cantidad de tiempo.
Nacer con Saturno retrógrado no es malo, si no diferente. Y en este texto quiero explorar algunos de los significados de este emplazamiento.
Para hacerlo, voy a recurrir a la ayuda de la astróloga Erin Sullivan.
Erin Sullivan escribió un libro monumental sobre los planetas retrógrados. En español, esta obra se publicó con el nombre de Los planetas retrógrados. Un recorrido por nuestro paisaje interior. Y no es un libro fácil.
Por un lado, Sullivan tiene formación altamente jungiana, entonces a veces utiliza muchos términos que provienen de la obra de Carl Gustav Jung, y si no tenemos algunas nociones básicas sobre esos conceptos, podemos perdernos un poco en aquello que nos está queriendo explicar.
Por otro lado, también es un libro bastante técnico porque ella se ocupa de explicar los mecanismos astronómicos según los cuáles un planeta retrograda, la frecuencia en la cual lo hace y la conexión entre los momentos de retrogradación de los planetas y su vínculo con el Sol de tránsito.
No voy a ahondar en estas cuestiones demasiado técnicas, pero extiendo la invitación a que lean el libro si desean más datos sobre los planetas retrógrados.
Por el momento, quiero enfocarme en la visión de Sullivan sobre Saturno retrógrado y mezclar su postura con algunos comentarios personales míos.
En cuanto a los planetas retrógrados en general, Sullivan sostiene que “no parece que un planeta retrógrado sea más débil o que esté más reprimido, ni tampoco que tenga que ver con la conciencia o la inconsciencia”. Pero sí afirma que pareciera que la retrogradación indica que la persona que nació con el planeta retrógrado posee cierto grado de
interiorización de los principios que ese planeta representa.
Para mí, esto significa que las funciones o los verbos asociados al planeta se viven de una forma más íntima, más dirigida hacia nuestro interior antes que de una forma social o proyectada hacia el afuera.
Por ejemplo, yo nací con Mercurio retrógrado y voy a traer mi experiencia personal porque quizá ayude a aclarar este punto. Yo no siento que la comunicación, el escribir o el enseñar sean tareas difíciles o que me generen inhibición. Pero sí son TAN relevantes en mi vida que ocupan un lugar muy destacado y aunque las personas que me rodean pueden percibir que soy más o menos buena en asuntos mercuriales, yo cuestiono mis habilidades constantemente y busco refinarlas de forma incesante.
La persona que nació con un planeta retrógrado desea tanto aquello que el planeta simboliza que busca cumplir su deseo de forma exagerada y hasta un poco grotesca. Pero esto se manifiesta en el interior de la persona misma y quizá los demás no perciben todo este tumulto interior.
Sullivan nos dice que si pensamos en los planetas como individuos que forman parte de una familia y de un sistema social, un planeta retrógrado funciona como una persona introvertida.
Mientras que un planeta directo interacciona con los demás planetas, exige reconocimiento, espera que lo desafíen y desafía a los demás, se relaciona y se acomoda, se adapta y llega a acuerdos, el planeta retrógrado, en cambio, funciona en una esfera propia a puertas cerradas y mucho más personal.
Saturno retrógrado y la figura paterna
En muchas oportunidades, escuché que Saturno retrógrado significa que el padre del nativo o de la nativa está ausente. Este planeta está retrógrado durante 5 meses al año, por lo que parece un poco estadísticamente exagerado afirmar que tooodas las personas que nacieron con este planeta retrógrado tienen un padre ausente.
Sin embargo, Sullivan sostiene que aquello que esperan de su padre es muy diferente al comportamiento del padre en la realidad, se encuentre presente o ausente.
Sullivan, debido a su formación jungiana, nos dice que hay indicios de que los planetas retrógrados están más vinculados con el ámbito de lo arquetípico. Es decir que las personas que nacieron con Saturno retrógrado pueden tener una visión arquetípica de cómo debería ser un padre y esa visión no se corresponde con el padre que efectivamente tienen.
Esta astróloga sostiene que todas las personas tenemos tenemos, hasta cierto punto, conciencia de un apego a la figura de Padre Salvador todopoderoso. Nuestro niño interior anhela que lo rescaten de la maldad del mundo, que lo transporten a un lugar donde se sienta inequívocamente apoyado, donde reciba el reconocimiento que se merece.
Y es MUY improbable que nuestro papá real y concreto lo haga y nos rescate de la tristeza. Pero quizá en la cabeza de las personas que nacieron con Saturno retrógrado esta idealización de cómo debería ser un padre está muy arraigada.
También pueden sentir que su padre tiene ciertos privilegios que el resto de la familia no. Para la criatura que tiene a Saturno retrógrado, el padre va y viene a voluntad, y los planes giran a su alrededor. Esta situación puede generar resentimiento hacia la figura paterna, que es central y controladora.
Pero simultáneamente, también pueden sentir culpa por sentir resentimiento. Con frecuencia, en períodos posteriores de la vida, se produce una sanación del vínculo entre la persona que nació con Saturno retrógrado y su padre. Si el padre está muerto o fuera del mapa, la sanación puede darse gracias a alguna terapia y no necesariamente en vínculo presente con esta persona.
A quienes nacieron con Saturno retrógrado a veces les resulta muy dolorosa la pérdida del padre. Quizá mantuvieron un contacto muy cálido con él durante la primera infancia.
Pero a medida que maduran, el contacto se rompe, ya sea por circunstancias como el divorcio o la muerte, o por cuestiones psicológicas cuando, por alguna razón, el padre se aparta de la hija o el hijo. Esto puede dar como resultado que la persona se sienta inadecuada en diversas esferas de la vida y que sea muy vulnerable a las críticas.
Saturno retrógrado y el entorno
Las personas que nacieron con Saturno retrógrado son muy sensibles al entorno y a sus mensajes subliminales.
Sullivan nos dice que la conciencia de estas personas tiene como minúsculos agujeros que dejan libre el paso entre la autoidentidad, es decir, cómo estas personas se autoperciben, y la identidad socialmente definida.
Esto significa que el nativo o la nativa con Saturno retrógrado construye una identidad propia que muchas veces entra en conflicto con la identidad que le fue asignada por la sociedad.
Pero como esta identidad propia puede mantenerse en su esfera privada quizá la sociedad ni siquiera conozca esta faceta del nativo o del nativo. Esto me recuerda mucho a “cuando nadie me ve, puedo ser o no ser” de Ale Sanz.
Con frecuencia, las personas que nacieron con Saturno retrógrado sienten una ansiedad muy fuerte por ser aceptadas y amadas tal como son.
Aunque su entorno reitere en múltiples ocasiones su aceptación y aprecio, esto no es suficiente para apaciguar esa ansiedad tan profunda. Es como si no fuera suficiente la expresión de amor por parte de otras personas: quienes nacieron con Saturno retrógrado a veces no creen que merezcan ese amor.
Saturno retrógrado, la creatividad y la vida social
Las personas creativas con Saturno retrógrado suelen quejarse de su incapacidad para creer en sus propias obras.
Acá, de nuevo, es muy importante la legitimación de los demás, que el entorno acepte y halague los frutos de su creatividad. Si se quedan demasiado tiempo en soledad, empiezan a dudar hasta de su propia existencia porque pueden sentir que les falta ese contacto con lo social que les da estructura.
Pero esto no significa que las personas que nacieron con Saturno retrógrado no disfruten de su soledad. Pueden necesitar momentos de aislamiento e introspección y alternar estos momentos con patrones de socialización extrema. Entonces, oscilan entre cortarse del mundo por completo y, en el otro extremo, con estar DEMASIADO en contacto con el mundo.
Cuando socializan sin parar, se agotan y deciden aislarse, pero la soledad les genera angustia, entonces vuelven a socializar, y se agotan, se retraen, pero se sienten mal por estar en soledad y deciden volver a socializar y así sucesivamente.
Para los nativos y las nativas de Saturno retrógrado, todo el proceso de gestar y de dar a luz un proyecto suele ser incierto y estresante. Y esto será siempre así hasta que desarrollen sus propios vehículos para expresar su creatividad. O, también, hasta que se liberen de su actitud demasiado reprimida o a veces demasiado egocéntrica, una actitud que está limitada y definida por el excesivo valor que le dan a la aceptación social.
Las personas que tienen a Saturno retrógrado oscilan mucho entre sentirse poderosas y centradas, capaces de superar cualquier obstáculo que la vida les presente, y en el otro extremo, en mostrarse infantiles e impotentes ante los más mínimos desafíos. Esto se debe al complicado juego que se da en su interior entre distintos mecanismos de defensa orientados a proteger su yo de presiones o ataques injustificados.
Los mecanismos de defensa son inherentes a la naturaleza humana. Pero las personas que tienen a Saturno retrógrado tienden a mostrar una especie de incongruencia y ambivalencia inconscientes con respecto al uso de estos escudos. A veces, los usan demasiado; otras veces, demasiado poco y dejan que se filtren todo tipo de “malezas” en su interior.
Saturno retrógrado, la autoridad y el cuidado
Desde muy temprano en la vida, las personas que nacieron con Saturno retrógrado establecen principios de organización que les permitan validar sus percepciones. En la infancia, suelen observar su entorno en silencio y de forma minuciosa para intentar entender el comportamiento de los y las demás.
Al observar su entorno, los nativos y las nativas tienen la esperanza de también comprender su propio sentimiento de inferioridad, porque consideran que su autoridad personal es muy inestable.
Esto ocurre en particular cuando Saturno retrógrado es el único planeta en una zona de la carta natal o cuando está muy separado del resto de la estructura de la carta, aunque haya otros planetas retrógrados, y la oposición no sea específicamente con el Sol, sino con el grupo principal de planetas.
Con frecuencia, las personas que tienen a Saturno retrógrado se desenvuelven bien en profesiones relacionadas con ayudar o cuidar a otras personas.
Su sensibilidad hacia la naturaleza y el carácter evolutivo de los ciclos vitales es extremadamente creativa, y pueden actuar como parteras de la creatividad de los y las demás. Entienden que a veces estamos mejor, otras veces peor y que nada es para siempre y pueden mostrar empatía respecto a los problemas de los demás (aunque a veces esa empatía no esté disponible o no se active para sí mismas).
La casa de Saturno retrógrado y el Sol en la carta natal
La casa en la cual se encuentra el Saturno retrógrado natal destacará el ámbito de la vida en el cual la persona se siente más insegura e inhibida.
Los temas vinculados a esta casa necesitarán una dosis extra de estímulos e incentivos para que la persona pueda realizar sus posibilidades creativas.
En cambio, la posición por signo y casa del Sol, señala las áreas de la vida donde se puede buscar y liberar el espíritu creativo. Los temas de esa casa se pueden expresar de forma creativa y así romper el bloqueo generado por tener a Saturno retrógrado.
El Sol se transforma en el foco a través del cual el planeta retrógrado puede demostrar su lado “directo”.
Inconscientemente, quienes nacieron con el Sol en oposición a Saturno retrógrado sienten un miedo intenso a perder el eje, a no ser capaces de poner límites y, por esta razón, de disolver su identidad.
El resultado de esta sensación es que se protegen con un escudo demasiado fuerte contra las fuerzas invasoras. Y estas fuerzas invasoras pueden ser ideas nuevas, actividades que nunca hicieron, horizontes lejanos y diversas formas de aventura.
El miedo puede paralizar a quienes nacieron con Saturno retrógrado y por eso se quedan en lo conocido, en lo familiar. “Más vale malo conocido que bueno por conocer” es una frase que describe bien este emplazamiento.
La reacción al miedo de perder el eje suele ser crear un sistema o un dogma que funcione como apoyo y validación de la existencia propia.
Preguntas para entender a Saturno retrógrado
En tu diario, tomate unos minutos para responder estas preguntas:
- Si naciste con Saturno retrógrado, tomate 10 minutos para escribir sobre la relación con tu padre. Sin sobreanalizar. 10 minutos de escritura libre donde vuelques todo lo que se te ocurra sobre ese vínculo: cómo es, cómo te gustaría que hubiese sido, qué te gustó, qué fue decepcionante, lo que quieras.
- ¿Cómo lidiás con las críticas? ¿Te molestan, te sensibilizan? ¿O no te importan?
- ¿Cómo es tu vida social? ¿Tendés a pasar mucho tiempo en soledad, preferís compatir con los demás o tenes épocas y épocas? ¿Le tenés miedo a la soledad?
- ¿Tenés un trabajo creativo o te gustaría tenerlo? ¿Cuál?
- ¿Qué podés hacer HOY para alimentar tu creatividad y tu deseo de brillar?
- ¿Cómo es tu relación con la autoridad? ¿Te rebelás o tendés a la sumisión?
- ¿Te gustan las tareas de cuidado de otras personas o de la naturaleza? Aunque no te gusten, ¿te tocó desenvolverte en estos roles?
Ejercicio para liberar a Saturno retrógrado
¿Naciste con Saturno retrógrado? Entonces te propongo un ejercicio para reflexionar sobre este emplazamiento:
- Buscá la casa de tu Saturno natal.
- Buscá información sobre los temas de esa casa.
- Respondete estas preguntas: ¿Me cuestan los temas de esta casa? ¿Me siento inseguro/a cuando tengo que lidiar con estas cuestiones? ¿Me da miedo ocuparme de estos temas?
- Ahora buscá información sobre el signo de tu Sol.
- Y también información sobre la casa en la cual se encuentra tu Sol.
- Jugá con las palabras claves del signo y la casa solar. Armá oraciones que combinen ambos elementos.
- Analizá esas oraciones vinculadas al Sol y pensá si te interesan/divierten/gustan esas actividades que se mencionan allí.
- Intentá alimentar las actividades vinculadas al Sol para que Saturno retrógrado duela menos y se pueda manifestar constructivamente.
Espero que este texto te ayude a entenderte mejor y a tener más compasión con tus procesos. ¡Abrazo!
Notas
- La fuente para escribir este texto es el libro Los planetas retrógrados. Un recorrido por nuestro paisaje interior de Erin Sullivan
Retorno de Saturno 
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